LA CANCHA DE FUTBOL COMO UNA CANCHA DE HUEVOS EN LA COPA AMERICA 2015.

El partido contra Paraguay me gustaría que lo viéramos que se juega en una cancha de huevos. Que los jugadores contrarios fueran como polillas, que apenas se les toque se deshagan, lo cual hay que evitar. Que nuestros seleccionados sean como cóndores, muy veloces y seguros al correr, cada jugador debe asegurar sus chimpunes como garras al correr en el gras para no resbalarse ni caerse (ya hemos perdido goles por esto); todos deben estar mosca, y también, con ojos muy vivaces y excelente vista 20-20, con absoluta precisión y cálculo en toda jugada. Recordar que no hay enemigo pequeño y que están habiendo muchas sorpresas, o no, sí. Para el partido contra Chile deseé que ganaran 7 a 0, no pronostiqué porque no soy pitoniso, y estoy absolutamente convencido que pudo ser, pero hubo una metida de pata mortal. Ahora, no puedo suponer imprevistos. Sólo deseo que ganen el tercer podio y salgan del gramado con honra y sin tacha. En unas olimpiadas que participé y gané no subí al primer podio que gané limpiamente, con honra y sin tacha, decentemente, todo por aceptar una excelente entrevista que divulgaba la calidad preciosista de mi juego pero con mortíferos ataques sobre las debilidades de mis contendores y una bien lograda estrategia posicional, recalcando la limpieza de mi juego. Fue magistral. Tengo la medalla de oro y el diploma de mi triunfo individual, pero no tengo la foto ni he visto la filmación de la ceremonia, a pesar que ahora soy hombre de cine.

LOS JUGADORES DE FUTBOL COMO CIRUJANOS

Me parece que todos los directores técnicos de equipos de futbol del mundo, me imagino, supongo, deben decir y recalcar a sus pupilos antes de entrar a definir un clasificación, que al partido que van a entrar es como un paciente en el quirófano en la mesa de operaciones y en artículo mortis al que deben de entrar a operar con sumo cuidado, con todas las previsiones necesarias y evitar la menor falla consciente o inconscientemente, porque si no su paciente se les puede ir. Así no entraron al campo de operaciones los equipos de Perú y Chile, ni el árbitro ni los otros jueces de línea, que son sus otros jueces que en conjunto son su mejor ayuda, para salvar un partido de fútbol de muy alta cirugía. Dejaron muerto al paciente con bisturíes adentro, pinzas, algodones con sangre y guantes quirúrgicos rotos. Es decir, el árbitro ni los jueces de línea no cobraron una posición adelantada del chileno y le dieron gratis el gol a Chile; tampoco le cobraron penal dentro del área al chileno que fauleó a Guerrero, y salvaron a Chile de un golazo intapable de nuestro cañonero, otra vez estos jueces de buena catadura estuvieron ciegos. El árbitro dejó seguir el juego como si nada hubiera pasado. La FIFA TAMBIÉN LO DEBE BOTAR. Estos son dos pedrones negros entre otras piedras negras que probablemente se llevará entre otras cosas don José Argote de Venezuela, que también está hasta la remaceta, que fue pésimo árbitro del Partido Perú Vs. Chile, por la semifinal de la Copa América 2015. Perú con toda dignidad debió retirarse, probablemente un nuevo gol de Perú podría haberlo anulado. Nadie puede asegurar que no. Para el “árbitro” ARGOTE (NO OLVIDAR SU APELLIDO) la selección chilena “tenía” que ganar sí o sí. La FIFA y las federaciones deportivas en general no deben contratar árbitros sin probada ética, honradez y visión técnica, además de buena escuela. Toda esta basura viene desde la época de mi infancia. En la 11va. Olimpiada mundial de Berlín de 1936, cuando el criminal de lesa humanidad por millones (entre ellos judíos), proclamaba que “su” raza aria era superior a todas las demás, estando él en pleno estadio y viéndose que la selección Peruana con jugadores negros le ganaba a la de Austria, su tierra natal, debió haber influido notoria y amargamente en su malestar, y esto en los miembros del comité olímpico, que anularon el partido ganado en la cancha por Perú a Austria por 4 a 2, resultado adverso que por supuesto generaron una serie de motivos controversiales y contingencias físicas , cuya definitivo resultado fue que dignamente se retirara el Perú de la Olimpiada. Hay dos versiones periodísticas diferentes, una de ellas da como causa la intervención de Hitler, la otra es (de un peruano, tenía que ser, como muchos comentaristas nuestros, sabelotodo, que siempre transmiten destacando los errores peruanos, mientras que los narradores enemigos ocultan las fallas de sus connacionales y se callan)) la que la descarta basándose en documentos oficiales de ambas instituciones en conflicto (claro, ya se le temía al mandatario sentado en el estadio. Pasaron el incidente por agua tibia. Colombia valientemente siguió y apoyo al Perú y abandonó Berlín. En fin, ya no debemos quedarnos callados ni poner la otra mejilla. ¿Por qué dejarnos pisar el poncho? Hay que protestar, sino todo seguirá siempre igual. ¿Cómo serán los árbitros del mundial 2018? El arbitrote Argote del partido P-Ch me trae recuerdos al sobornado árbitro auto confeso Sergio Chechelev, que nos fregó en Bolivia, ante su selección, anulándonos un legítimo gol, que no pudo justificar, del “jet” Sergio Gallardo (http://peru21.pe/deportes/historias-altura-lo-que-puede-pasar-paz-2046145). También, a pesar del aguerrido partido ganador virtual que jugó Perú vs. Chile, me han venido esos ingratos recuerdos a la memoria, y uno fresquito, casi similar a nuestra malhadada semifinal, la final del Mundialito El Porvenir 2015 ( https://www.youtube.com/watch?v=V5bMvNJQqFQ )

DEL FUTBOL DE MI INFANCIA A LA COPA AMERICA 2015

DEL FUTBOL DE MI INFANCIA A LA COPA AMERICA 2015

Estoy muy triste. Parece que el mejor futbol que se ha jugado en el mundo ha sido el de nuestra infancia, con pantalón corto de tirantes, zapatos con los “ratoncitos” saliéndose por su punta, con pelota de trapo, envuelta con media que las mamás cosían; y jugando en medio de la calle, dando patadas a pocos metros del tranvía eléctrico que se nos venía encima cuando íbamos dar el pase, a segundos de atropellarnos haciendo sonar su chillona campana, y de un salto nos librábamos, peloteando a la beige y dribleando con la redonda los chiquillos unos con “chimpunes”, otros con zapatos nuevos o de cuero gastado, alguno con ojotas (sandalias de jebe)y otros “patacalas” descalzos, jugando a todo dar lanzando tiros a veces al aire, entre nuestros infantiles y ansiosos gritos “¡pasamelá, pasamelá”; y, luego de ganar el sudado partido 3 a 2, ó más o menos, dar el último más eufórico y violento shot de despedida que provocaría el “gol” más estridente al irse la de trapo a estrellar, dejándolo añicos, un vidrio del ventanal de la vivienda de algún vecino. Entonces “patitas” pa’ que te quiero” y lanzábamos a correr “como almas que lleva el diablo”, mientras la matrona de casa desde su ventana nos “decía vela verde” gritándonos con toda su furia las mil maldiciones que había aprendido en toda su sufrida vida. Los ocasionales viandantes cuotidianos diarios seguían su camino por la calle de La Merced y ya sin necesidad de irse cubriendo la cara con su brazo, por temor a recibir un pelotazo; caminando por “la vereda que se estremece” a cada rato en Arequipa, mi blanca ciudad. ¡Qué días aquellos!”
Jugábamos un futbol que encantaba, no había patadas al tobillo, tacles al cuerpo, cabezazos a la cara, codazos a las costillas, mordidas de oreja ni de cuello, puñetes ni cachetadas cara a cara, tampoco se jalaban camisetas ni pantalones, no se metían cabes ni manos por delante ni por detrás, ni sobornos por arriba ni debajo de la mesa, ni se sacaban cartas por debajo de la manga, para ganar partidos, campeonatos o sedes de campeonatos internacionales o mundiales. En pocas palabras: no se jugaba futbol anti futbol. Se jugaba futbol puro, Fútbol de verdad, a la buena, no a la mala. Igual era cuando nos hacíamos canchas de madera con 22 clavos, y bordeada de tiras de pita y con una pelotita de vidrio, que era una canica, o un “chocho” semilla de planta de quillay, única en Arequipa que remplaza súper en espuma al detergente, y que pateábamos con paletitas de helado. Hacíamos mini mundialitos internaciones escogiendo cada uno de los niños del barrio los nombres de los equipos extranjeros de su preferencia, yo tenía al Club Atlético River Plate , o sea simplemente :el River, por supuesto, y hasta ahora, que son campeones. Ya después, más adolescentes jugábamos en fulbitos de mesa con muñecos futbolistas de madera alineados en barras metálicas, donde nuestros shots sonaban como balazos, reventando vidrios y mandando las canicas al sótano de los suplicios; y de aquí pasé a jugar en la última categoría del FBC Association White Star, que quedaba a cuatro cuadras de mi casa en la calle de La Merced, que fue fundado en 1917, el 15 de agosto, el mismo día de mi cumpleaños, y ya en otro día en partido mayor fui a darle a la de cuero entonces, un cabezazo cuando venía de gran altura, tal choque descomunal me hizo crispar todo el cuerpo, de ahí me retiré para siempre de las canchas de gras; tenía once años, y mi hermano <Alfonso de 17 me enseñó a jugar el ajedrez, le gané y me llevó al Club Ateneo de Ajedrez, dedicándome sólo a jugar Ajedrez, el deporte ciencia y rey de los juegos, campeonando en todos los torneos que participé desde la última a la primera categoría, llegando a ser Campeón de Arequipa a los 16 años y al año siguiente Campeón Olímpico representando a Lima, donde ya me encontraba, y en donde jugué dos partidas magistrales con el campeón mundial de ajedrez a ciegas GM Miguel Najdorf, polaco-argentino, en las simultáneas le gané, en el handicap frente a frente me ganó, fue acá donde me dijo “No hay perdida sin erro”, pues ambos nos habíamos equivocado.; luego el declaró en conferencia, ante un periodista del diario La Prensa, “Fernando Rivera Lazo, es uno de los mejores jugadores de ajedrez del Perú”. Pocos años después fui elegido Presidente de la Liga Provincial de Ajedrez de Lima, con excelente actividad, para posteriormente, y dejando ya las competiciones oficiales poco a poco hasta parar; y, hace unos años mi última aventura fue, con mi antigua experiencia en la radio, dedicarme a realizar mi programa “El Encanto del Ajedrez” por Radio del Pacífico, donde me sugirieron lo hiciera también por Televisión, proyecto que hace tiempo ya está en pre-producción, aún para la Internet, donde juego de vez en cuando con resultados excelentes aunque sorpresivos. Pero, volviendo a nuestro futbol de gloriosos jugadores pasados y gran historia, ahora a veces pensamos que estamos aplaudiendo a ídolos de barro. Entonces en el fondo salimos de los partidos decepcionados bajando por las graderías de los estadios, amargados y hasta llorando y pateamos el tablero; o apagamos los televisores de mala forma, tirando por los suelos los controles remotos, desde en los hogares más humildes a los de buena fortuna. Y es en las familias desposeídas donde da más coraje, porque es donde quizás el futbol es su única alegría. ¿Qué otra alegría tiene el pueblo manejable y a veces, rebelde, como siempre es el arequipeño?: El cine, ¡Gracias a Dios! (léase: gracias a Tomás Alva Edison), Inclusive viendo la alfombra mágica, roja, disculpen. Chaufa. Musicalizado en Fa menor y con la sigla FA de Fernando Asunción.
Y el próximo mundial, ¿dónde? ¿Arrivederci, 2,018…Rusia?, o, lo más posible: Добро ожаловать!: Dobro pozhalovat’! (¡Bienvenida!). Nos encontramos en el cine. Y también en las redes.